En el mercado actual, existe una gran competencia entre empresas en prácticamente todos los sectores de actividad. A esto hay que sumar que los clientes son cada vez más exigentes con las compañías; de forma que, los certificados de calidad, se han convertido en un mecanismo muy valorado para acreditar que los procesos y productos cumplen los estándares exigidos.
Los certificados son un valor diferencial que hace destacar el buen hacer de las organizaciones. Tienen carácter voluntario, de forma que son una buena herramienta para destacar frente a la competencia. Es importante señalar que, a pesar de no ser obligatorios por ley, muchos clientes y proveedores descartan automáticamente confiar en una determinada empresa si no cuenta con un certificado de calidad.
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